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  • Foto del escritorFrancisco Pérez Benedicto

OLAS PARA QUE NO TE DUERMAS - un libro de Rosalía Martín Gallego


1.- En la primera parte, HENNA, en especial en los dos primeros relatos, hablas de mujeres a las que les han arrebatado su vida, les han impuesto, yo diría, una condena en vida y lo haces desde realidades sociológicas muy distintas, desde el tercer mundo, pasando por distintas religiones hasta llegar a nuestras afueras, las de aquí, en Castellón. Es evidente que se trata de un problema transversal y lamentablemente universal. ¿Has querido remarcar esas dos características de forma clara?

Quería hablar acerca del control que se ejerce sobre la vida de las mujeres, en todo el mundo, en todas las épocas. Es difícil decidir sobre tu vida, poder vivirla como quieres. Debes tener primero las necesidades básicas cubiertas. También es preciso ser consciente. Si tienes suerte, naces en el mundo privilegiado: no te obligan a casarte, no te apalean, no te mutilan los genitales, no vives bajo el dominio de tu esposo o de tu padre. Puedes estudiar, viajar, experimentar. Pero incluso en nuestra sociedad hay mujeres víctimas de maltrato, explotación.

También quería mostrar que esas mujeres-objeto tienen sensibilidad, sentimientos.


2.- En Luchadoras te introduces en un tema que pocas veces se aborda desde la perspectiva que lo has hecho tú, el de la visión de la mujer con respecto a la lucha armada, bien sea por un ideal de patria o en contra de ella. Me ha parecido sumamente interesante. ¿Nos puedes contar cómo se te ocurrió o qué te inspiró este relato?

Hay ejemplos de mujeres en lucha armada a través de la historia. Tú eres aragonés, seguro que has oído hablar de Agustina de Aragón. También está María Pita en La Coruña, o la heroína de Castelfort. A todos nos han contado leyendas de mujeres peleando (en muchas ocasiones vestidas de hombres). Más americano y reciente: la película Mulan de Disney.

Lo novedoso de mi relato quizá sea que no se trata de un caso anecdótico, una mujer aislada, que esconde su naturaleza, sino de mujeres organizadas, orgullosas, fuertes. También el territorio donde se sitúa la acción es bastante desconocido aquí. No está cada día en las noticias la guerra contra el ISIS; conflictos más novedosos tapan los enquistados.

Yo fabulo sobre mujeres guerrilleras del PKK, que luchan por un poco de libertad e igualdad, pero sobre todo por su dignidad. Mi amigo, el periodista e historiador navarro Manuel Mortorell, ha investigado in situ el conflicto kurdo. Él me regaló Un verano Kurdo de Zekine Türkeri.  De ahí tomé la información.

Mi familia política es turca. Mi hija, Ada, es turco-española. De aquí viene mi interés e inspiración para algunos de estos relatos.


3.- Los relatos englobados en AZÚCAR destilan, a mi entender, un tono más turístico, una visión más desde fuera de la realidad que narran. ¿Es así como los planteaste?

En Cuba viajé como turista, pero no tanto, jajaja.  Alquilé una habitación en el reparto Guiteras, con una familia humilde. Viví con ellos, viajé con ellos, a dedo en muchas ocasiones (había unos funcionarios “los Amarillos” -por el color de su uniforme- que paraban a los coches con plazas libres y les “invitaban” a llevarte). Compraba en sus tiendas, con las cartillas de racionamiento, aunque también, aprovechando mi pasaporte, comprábamos de vez en cuando en supermercados para extranjeros, donde el aceite, el ron, el jabón líquido, las compresas y otros lujos no faltaban. Comía en Paladares: comedores de casas particulares donde te daban de comer y pagabas como si fuera un restaurante. Pero, desde luego, bailé, bebí, disfruté y visité los lugares turísticos. Podría decir que fue un viaje de langosta y sardinas, dependiendo del día.


4.- Me resulta curioso que el Cierzo aragonés te haya inspirado historias tan distintas como las que cuentas en Infiel y La montaña mágica. ¿Es para ti Aragón fuente de inspiración literaria y, tal vez, vital?

Por suerte, me han llevado de la mano por un Aragón desconocido para mí y me ha seducido su belleza. La fortaleza roja de Peracense: si eso no te inspira, tanto el edificio como el entorno, algo en ti está dormido.

Y ¿qué decir del paisaje onírico de piel de pantera en el Pico del Buitre? El observatorio es un plus. Pensé enseguida en ciencia-ficción.

No conocía mucho Teruel; ni sus paisajes ni sus gentes. Este verano he estado impartiendo cursos de escritura creativa en algunos pueblos: Allepuz, Fuentes de Rubielos. También he estado por Manzanera.  Me han acogido más allá de la hospitalidad protocolaria. Me he sentido querida.


5.- Me llama la atención que puedes escribir de temas tanto de pura fantasía poética, por ejemplo, en Arena como de cruda realidad cotidiana como en Lorkiana. ¿Cómo consigues esa solidez narrativa en campos tan diversos?

No lo sé. ¿Solidez narrativa? Pues, simplemente me dejo llevar. Creo que estoy bastante atenta a mis emociones, a lo que despierta en mí lo que ocurre a mi alrededor. Esto a veces es un fastidio y otras veces resulta provechoso. Miro, observo, anoto mentalmente. Tengo un banco de ideas y sensaciones y las voy sacando cuando me llega la inspiración (o cuando me pongo a escribir).


6.- En la última parte del libro, THE END, tratas el tema de la muerte y lo haces desde distintos ángulos. Pero en definitiva es un tema universal. ¿Cuál es el ángulo que más te seduce para hablar de ella?

Le tengo miedo a la muerte. Siempre la sitúo a distancia de mí. Me hace sufrir. Escribo sobre ella porque reconozco su fuerza, su poder.


7.- Aunque ya comentaste en la presentación del Grao que tú eres más “de relato” que de poesía, creo que los poemas que has publicado son muy interesantes porque en ellos has dejado volar tu fantasía. ¿Te parece más sencillo hacerlo en forma de poema que de prosa?

Quizá haya más fantasía en los poemas que en mi prosa. Desde luego, lo que hay es más pasión.


8.- Quiero destacar la riqueza del lenguaje que utilizas en todo el libro y que le otorga un plus de profesionalidad como escritora. Es verdaderamente uno de los puntos fuertes de Olas para que no te duermas que más me ha gustado. ¿Te sale de forma natural o lo tienes que trabajar a conciencia?

Gracias por ese reconocimiento sobre la riqueza de lenguaje. Pues tengo que decirte que me sale espontáneo. La respuesta es la misma que a la pregunta 5: echo mano del fichero mental. Creo que ese almacén de lenguaje se construye, sobre todo leyendo. Soy lectora compulsiva desde los 12 años. Sé el momento exacto porque a esa edad nos mudamos a vivir a Salamanca, desde un pueblo pequeño, y descubrí las bibliotecas. Me salvaron de la soledad en ese tiempo de mudanza y adolescencia.


9.- Los derechos de autor del libro serán cedidos a la ONG Amigos del orfanato San Roque de Mozambique. ¿Cómo contactaste con ellos y qué nos puedes contar de su gestión?

Acababa de ser madre cuando me hablaron de esta ONG. Estaba especialmente sensibilizada con el tema de la maternidad y la orfandad, por eso me hice socia –hace 20 años ya-. También me gustó la gestión directa y saber cómo se usan los fondos de primera mano, cosa que no sucede con otras macro organizaciones. Se puede colaborar haciéndote socio con una cuota regular, apadrinar un niño, puedes hacer donaciones puntuales, participar en eventos como cenas solidarias, venta de lotería de navidad, etc.


10.- Parece que el camino habitual de los escritores que publican por primera vez es pasar del corto al largo en su segunda incursión editorial. ¿Es este tu caso? ¿Te planteas publicar un libro de mayor extensión, por ejemplo, una novela? ¿O por el contrario vas a continuar en el mundo del relato?

Por ahora he seguido escribiendo relatos. Me siento cómoda. Sí que he pensado en salir de mi zona de confort, pero soy muy inconstante, me siento atraída por muchos estímulos y me cuesta centrarme por el periodo más largo que requiere una novela. No te digo que no me discipline y me ponga a ello. Me atrae la idea.

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